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De paseo con Michael Winterbottom en "The Trip to Greece" (2020)

En esta crónica se narra cómo fue la presentación de la película The Trip to Greece en el cine Picturehouse Central de Londres el pasado miércoles 12 de febrero. Estuvo presente el director Michael Winterbottom, y fue acompañado por los actores Steve Coogan y Rob Brydon.

Por Sebastián Zavala Kahn

NOTICIA

/CRÓNICA

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Febrero 24, 2020

Fuente: Heart Radio

Este febrero tuve el agrado de poder ir a una función especial de The Trip to Greece (2020), dirigida por Michael Winterbottom, director también de Un corazón invencible (A Mighty Heart, 2007) y El demonio bajo la piel (The Killer Inside Me, 2010). Cabe mencionar que The trip to Greece está protagonizada por Steve Coogan y Rob Brydon, y la pude ver en el cine Picturehouse Central, en Londres. Antes de que la película se proyecte, Winterbottom, los dos actores y el resto del equipo de la película se pararon frente al público, para contarnos brevemente —y principalmente en broma— sobre esta nueva producción, la tercera entrega de una serie de filmes sobre viajes protagonizados por Coogan y Brydon.


Winterbottom y su equipo


Winterbottom fue quien comenzó hablando, contándole al público que, al igual que con Viaje a Italia (The Trip to Italy, 2014) y The Trip (2010), tuvieron que reducir horas y horas de material, para poder desarrollar un largometraje de poco menos de dos horas de duración. Aparte de eso, no quiso mencionar muchos detalles sobre la cinta, prefiriendo que los espectadores la vean sin ideas preconcebidas sobre lo que llegaría —o no llegaría— a ser.


Fue ahí que el director le pasó el micrófono a sus protagonistas quienes, entre broma y broma, admitieron que pasar tanto tiempo viajando juntos, hizo que se convirtieran en amigos más cercanos, por más que “Coogan sea algo inaguantable”, según Brydon. De ahí pasaron a hacer más bromas y a realizar un par de imitaciones, muchas de las cuales también hacen su aparición en la película. Ambos comediantes demostraron tener una química envidiable, Coogan haciendo del “comediante tímido” (según él, ahora es más un actor serio que un verdadero comediante), mientras Brydon lo interrumpía constantemente. De hecho, la presentación terminó con constantes interrupciones por parte de Brydon, diciendo “bueno, Steve ya quiere terminar”.

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Steve Coogan and Rob Brydon. Fuente: Sky UK

Improvisación bien hecha


Si han visto cualquiera de las películas anteriores de esta saga, o la serie que inspiró a la creación de estos largometrajes —The Trip, creada por Winterbottom—, sabrán exactamente qué esperar de The Trip to Greece. Se trata de una versión ficcionalizada de eventos protagonizados por Coogan y Brydon —interpretando versiones exageradas de sí mismos—, quienes, esta vez, viajan a Grecia para relajarse, visitar restaurantes famosos —y carísimos— y demostrar sus habilidades cómicas. Lo interesante del filme, en todo caso, es que logra balancear, de manera eficiente, el drama con la comedia, ya que mientras Coogan disfruta de las playas y la gastronomía griega, se entera, a través de su hijo, Joe (Timothy Leach), que su padre se encuentra gravemente enfermo.


Es este contraste entre los parajes absolutamente hermosos de Grecia, y el drama que se va desarrollando poco a poco en la familia de Coogan, lo que le otorga algo de peso dramático a la película. Después de todo, ambos protagonistas pasan la mayor parte del viaje hablando sobre la edad y el paso del tiempo —tratando de demostrar que todavía son jóvenes (como cuando deciden realizar una breve competencia de natación) y comparándose con la presencia de bellas jóvenes tanto en la playa, como en los restaurantes que visitan. Es esta reflexión sobre su propia mortalidad, tanto en el diálogo como en el subtexto de la película, lo que convierte a The Trip to Greece en más que un simple ejercicio de improvisación y comedia astuta.


Porque si la película hace algo más, es demostrar las habilidades cómicas tanto de Coogan como de Brydon. La química entre ellos es palpable, y a pesar de que comparten extensas escenas de diálogo, en las que simplemente los vemos sentados en un restaurante, o manejando una camioneta, el filme nunca llega a sentirse redundante, o como algo hecho a medias. Se nota que Winterbottom tenía varias horas de material con los dos, y que supo elegir bien qué es lo que debía ser incluido en el corte final de la película, y qué debía ser eliminado.

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Fuente: Financial Times

El hecho de que hablen sobre una gran variedad de temas ciertamente ayuda —Coogan está obsesionado con la historia de la antigua Grecia (consideren, si no, las pesadillas que tienen de cuando en cuando, altamente simbólicas, en donde se imagina a sí mismo como parte de algunas de las historias que le cuenta a su amigo), Brydon pasa la mayor parte del viaje mofándose del otro, y ambos demuestran ser expertos a la hora de imitar celebridades o personajes famosos. Ver The Trip to Greece es como ir de viaje con dos hombres excepcionalmente entretenidos y carismáticos; y lo mejor es que, gracias al uso de lentes largos para las escenas de conversación, y planos panorámicos y de drone para algunas de las transiciones entre escenas, el filme nunca se siente como un sketch ni mucho menos.


Los fanáticos de Coogan y Brydon la pasarán muy bien con The Trip to Greece; se trata de una sólida tercera entrega de una serie que demuestra que realizar películas basadas únicamente en la improvisación y en el carisma de sus protagonistas puede funcionar. Visualmente espectacular —al menos, el filme hará que el espectador quiera viajar a Grecia, para visitar sus playas y sus mejores restaurantes—, constantemente hilarante, y sorprendentemente dramática por momentos, The Trip to Greece debería satisfacer a quienes hayan disfrutado de los viajes anteriores de Coogan y Brydon, y animar a los neófitos a buscar tanto la serie como las dos películas anteriores dirigidas por Winterbottom.





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