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Con el estreno de su documental Salir del Clóset, el director Alberto Castro (conocido en redes sociales como McZorro) nos cuenta cómo fue el proceso con el que llevó a cabo esta película, y por qué tenerla en cartelera en estos tiempos resulta importante.
Por Alberto Ríos ENTREVISTAS / ALBERTO CASTRO
Salir del Clóset es un largometraje documental peruano que presenta las historias y testimonios de 10 hombres homosexuales, y las dificultades que afrontaron para asumir su orientación sexual, en medio del prejuicio y la homofobia que persiste en la sociedad. La película es dirigida por Alberto Castro (Invasión drag). Él afirma que busca ampliar las propuestas del cine nacional, poniendo en primer plano la necesidad de presentar temas diversos que promuevan la reflexión y, en este caso, la tolerancia, el respeto a la diversidad y la expresión de género.
Sé que la película ha tenido un proceso medianamente largo, siendo un proyecto que ha tenido diversas fases para recaudar fondos sin poder contar con el apoyo económico del Ministerio de Cultura. Se tuvo que buscar fondos por diversos lados. ¿Cómo ha sido el proceso para que pueda realizarse?
Ojalá lleguemos al día en que las películas peruanas no tengan que tomarse tanto tiempo para hacerse, porque no es solo mi caso, sino también el de películas como Retablo o Willaq Pirqa. Todas las películas peruanas demoran 4 o 5 años en hacerse, a excepción de las de corte más comercial, que pueden conseguir financiamiento rápidamente. En el caso de Salir del Clóset fueron 5 años, que dentro lo que es el documental en el Perú no es tanto. Por ejemplo, La revolución y la tierra se tomó mucho más tiempo en hacer, pero sí fue un proceso complicado, porque no se contó con fondos del Estado. Muchas películas nacionales comienzan su producción gracias a los estímulos económicos del Ministerio de Cultura. Esta película no se hizo así, ya que comenzó solo con nosotros saliendo a grabar. Tenía la idea de más o menos qué quería hacer, de por dónde enfocar las entrevistas y más o menos quiénes serían los entrevistados, sin contar con un equipo humano grande al grabar. Ya en la postproducción aparecen los fondos de Promsex y la Unión Europea, y fue recién con eso que logramos terminar la película.
¿Cómo nace la idea de hacer este documental, con personas que tuvieron experiencias a veces tan difíciles al momento de salir del clóset? Debe venir también de algo personal.
No sabría encontrar un momento exacto. Muchas películas nacen de ver otras películas o de leer un libro o ese tipo de cosas. Para mí, el proceso de salir del clóset fue largo y complicado. Uno dice que siempre sabe que es gay, pero no necesariamente lo asimilas de esa forma. Yo tuve un proceso muy gradual de entenderme y de descubrirme como una persona homosexual. Durante todo ese camino yo quería hacer cine, quería hacer películas desde que vi Star Wars y dije que eso es a lo que me quiero dedicar, pero no es que en ese momento tuviera la idea de hacer un documental sobre ser gay.
Un punto que me marcó mucho fue ver una película de Eduardo Coutinho que se llama Últimas conversaciones. Es una película en la cual él conversa con una serie de jóvenes de Brasil, preguntándoles cómo se ven de adultos. En la simpleza de la propuesta de esta película es que a mí se me despierta la posibilidad de hacer un documental de ese tipo. Cuando uno es estudiante sueña con hacer cosas muy grandes y complejas. Tener grandes escenografías, grabar 50 tomas por escena. Recién en ese momento es que me di cuenta de que muchas de las inquietudes que yo tenía quizás las podía expresar a través del cine y las podía expresar de una forma muy íntima y personal.
¿Tuviste alguna influencia a nivel cinematográfico?
En el camino de hacer Salir del Clóset fueron apareciendo películas. El silencio es un cuerpo que cae es una película que me influye mucho. Las lindas, una película argentina, también tiene mucho de esta pesquisa que busca entender cosas muy muy personales.
Mencionas la búsqueda de hacer una película muy intimista. Esa idea queda clara en la puesta en escena. Todas las entrevistas comienzan siempre con el entrevistado abriendo la puerta de su casa y yendo hacia su cuarto, el espacio privado ¿Crees qué hacer todo de forma tan íntima permite que los entrevistados puedan sentirse más cómodos a la hora de contar sus historias?
Nosotros que somos comunicadores, sabemos que una vez que se graba la persona delante de la cámara va a pensar mucho qué es lo que está diciendo. Ven las cámaras, las luces, las personas y van a pensar lo que dicen para generar determinadas imágenes hacia afuera. Es por eso que yo traté, dentro de lo posible, de evitar esa sensación de estar grabando y por eso éramos poquitas personas, a lo mucho tres personas en cada día de rodaje. Al momento de la entrevista usábamos solamente dos cámaras y solo estaba yo dentro de la habitación. El sonidista estaba afuera escuchando.
La propuesta visual tenía la idea de ingresar al espacio más privado de uno, porque somos una sociedad que nos dice “ya puedes ser gay, pero en privado, no en público”. Y a la vez es un lugar que da confianza para hablar francamente de estos procesos y de las cosas que habían vivido. Además, creo que el hecho de haber sido un equipo enteramente conformado por hombres homosexuales, permitía a los entrevistados tener una mayor confianza a la hora de contar sus historias.
¿Qué tan importante crees que es el hecho de que se hagan películas como ésta en un país marcado por el machismo y la intolerancia, y que permiten generar debates sobre la aceptación de la comunidad LGBT?
La verdad es que el solo hecho de que se estrenara ha levantado un montón de comentarios súper negativos, pero no importa. Hay una cosa importante al momento de estrenar una película de contenido LGBT, con personajes LGBT y con gente detrás de cámaras también LGBT: la reivindicación de que existimos. Creo que siguen siendo pocas las representaciones públicas de personas, haciendo que sigamos siendo muy invisibles desde lo mediático. Por otro lado, es importante que la comunidad también se vea a sí misma. Yo he crecido sin tener ningún tipo de referente de un hombre homosexual. Las pocas cosas que uno podía saber eran las noticias y todas eran de asesinatos y odio hacia la comunidad. Siempre me preguntaba por qué no veía a nadie que fuera gay y que triunfara en la vida o que trabajara. Por mucho tiempo me sentí solo. Sentí como que era la única persona que experimentaba eso. Entonces creo que por ese lado también es importante, porque hay muchos chicos que pueden sentir que no están solos, y eso es un montón.
En el mundo moderno y globalizado, cada vez se puede ver contenido que tiene una representación mucho más positiva de la comunidad LGBT. Pero ese contenido no existe dentro de lo que ofrece muchas veces la televisión o el cine peruano ¿Por qué seguimos tan atrasados en Perú hacia la aceptación de estos temas?
Vivimos en una sociedad muy conservadora. El Perú es de los pocos países de la región que no tiene ningún tipo de legislación para la comunidad LGBT. El problema es transversal a cualquier tipo de espectro político, ni siquiera se trata de izquierdas ni de derechas. Hay muchos analistas políticos del mundo que se sorprenden al ver que una izquierda peruana sea tan conservadora de este lado social, entonces al final no se trata ni siquiera desde ese lado, se trata en general de que nuestra sociedad es muy religiosa y machista. Por eso siguen ocurriendo tantos feminicidios en nuestro país. Somos un país que tiene deudas con muchas comunidades, no solo la LGBT. Eso lo podemos cambiar desde el arte, dando espacios a nuevas voces que no han sido representadas, y eso incluye a la comunidad LGBT, así como al resto del país, que se encuentra fuera de Lima.
Te ha tocado estrenar en un momento social muy difícil en el país.
Obviamente hay problemas estructurales y sociales muy grandes en nuestro país, y muchas veces se siente que la lucha de la comunidad no es tan urgente como otras luchas, y eso es duro porque al final hablar de la comunidad LGBT es hablar de una deuda que se tiene con una parte de la población peruana. Estrenar en este momento ha sido muy difícil, te pone a cuestionar si es que este estreno es importante y sí lo es. Somos ciudadanos de este país y también venimos de una situación en la cual todos los espectros políticos están en nuestra contra. Entonces, creo que es importante que sigamos haciendo películas que visibilicen a todas las poblaciones olvidadas del Perú.