top of page

“Yana-Wara” (2023): una tragedia clásica en los Andes

Óscar y Tito Catacora crearon una obra que habla de la violencia, en sus distintas expresiones, y desde una cosmovisión andina. Se debe advertir que a continuación se incluyen algunos spoilers.


Por Alberto Ríos                   CRÍTICA / CARTELERA COMERCIAL


Yana-Wara
"Yana-Wara" (2023). Fuente: Cinencuentro.

Es innegable que, en los últimos años, el sur del Perú ha creado algunas de las películas más interesantes y mejor logradas de la cinematografía nacional. Yana-Wara de Óscar y Tito Catacora no es la excepción. De hecho, estamos ante una obra que mezcla el folclore andino con un conocimiento y respeto por el séptimo arte que solo se puede lograr bebiendo de grandes autores.


La tragedia está presente a lo largo de toda la cinta. Este género, centrado en conflictos humanos fundamentales como el destino, el honor, la ambición y el enfrentamiento entre el individuo y las fuerzas superiores (ya sea divinas, naturales o sociales), donde además sus protagonistas suelen estar predestinados al sufrimiento, empapa sus fotogramas, los cuales tienen una narrativa sumamente clásica en su estructura.


La película cuenta la historia del fallecimiento de una joven de 13 años, llamada Yana-Wara, quien fue asesinada por su abuelo, Don Evaristo. Él será interrogado por la Justicia Comunal y, muy al estilo de Rashomon (1950) de Akira Kurosawa, se remontará a los fatídicos hechos que lo llevaron a tomar esa decisión.


Los Catacora hablan de diversos temas: la violencia de género (por parte del maestro de escuela, de la comunidad y de la sociedad en general), la cosmovisión andina (habrá diversas presencias sobrenaturales que hilan los destinos de los personajes, al mejor estilo de los clásicos griegos) y el concepto de justicia (o su ausencia). Y es que la pequeña Yana-Wara termina siendo una víctima más de un sistema que permite y perpetúa la violencia contra la mujer. Desde un principio su destino estaba sellado. Un curandero profetiza: “ella está destinada a morir”. 


Yana-Wara
"Yana-Wara" (2023). Fuente: Cinencuentro.

La cinta se resolverá con un viaje hacia una caverna con un río interno (el pasaje hacia el inframundo) para realizar un ritual, donde se presentará un espíritu responsable de los muchos males de la niña. En la representación de este ser y de las diversas pesadillas de la protagonista hay una puesta en escena mediante transparencias y superposiciones que recuerdan a las cintas clásicas de horror asiático y a espíritus del cine de Mizoguchi; pero, también se hallan influencias de las cintas de seres fantásticos del llamado cine regional. 


Todo es narrado desde el punto de vista del abuelo, quien hace todo lo que está en sus manos para ayudar a su nieta. Hay que recordar que estamos viendo un relato desde su subjetividad y cosmovisión. Aquí vemos el mundo con sus creencias e ideas, donde conviven lo sobrenatural y lo real.


Visualmente es cautivante. Los directores hacen el uso de un formato cuadrado, con un blanco y negro depurado que tiene diversos matices y una iluminación casi hipnótica. Al igual que en Wiñaypacha (2017), película anterior de Óscar Catacora, la cámara no se mueve, siempre permanece estática mostrando encuadres fijos de larga duración, al mejor estilo del cine de Ozu. En este caso, el formato casi cuadrado agrega un sentimiento de opresión, de estar atrapados dentro de ese espacio en medio de la montaña, pero también presos de su destino. 


Yana-Wara
"Yana-Wara" (2023). Fuente: Perú21.

El sonido es otro elemento vivo de la cinta. Escuchamos el río y el viento, estas fuerzas de la naturaleza que nos recuerdan que estamos en un espacio lejano, aislado, casi místico. También se utilizará el fuera de campo para representar la violencia mediante golpes, gritos y sollozos.


Es imposible no pensar en el vacío que dejó con su prematura partida Óscar Catacora, quien en dos cintas creó algunos de los momentos mejor logrados de la cinematografía nacional. Una voz autoral que se apagó antes de tiempo y que en Yana-Wara nos entrega su última obra, la cual expone los diversos males que pueden vivir en la sociedad y que se perpetúan mediante diversos tipos de violencia sistematizados. 







bottom of page