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“Cuerdas” (2019) y las posibilidades del “home invasion”

Actualizado: 8 nov 2022

Una sola locación, un par de personajes principales y un peligro inminente. Estos son los ingredientes principales de este thriller español dirigido y coescrito por José Luis Montesinos, quien previamente solo había dirigido seis cortometrajes de ficción.


Por Sebastián Zavala Kahn CRÍTICAS / VIDEO ON DEMAND

Fuente: Tomatazos

Suficientemente intenso y por momentos algo inverosímil, se trata de un filme que aprovecha bien su premisa central. Montesinos le otorga dramatismo adicional a una historia que ya de por sí es bastante intrigante, transmitiendo temas que, por momentos, están en desacuerdo con los elementos de género de la película. Puede que Cuerdas no sea la cinta más escalofriante que vayan a ver este año, pero eso no quiere decir que carezca de elementos de valor.


Cuerdas nos cuenta la historia de Elena (Paula del Río), una joven cuadripléjica que viaja junto a su padre, Miguel (Miguel Ángel Jenner), a una casa de campo donde podrá vivir en paz. De hecho, su padre no ha reparado en gastos para convertir a la vieja morada en el lugar perfecto para que Elena se pueda desenvolver con relativa naturalidad. Todas las puertas y cajones cuentan con cuerdas que ella puede jalar, ha instalado un elevador en las escaleras para que pueda subir sin problemas, y hasta se ha conseguido a un inteligentísimo perro llamado Athos (Espiona, la actriz canina) para que la cuide y cumpla con algunas tareas simples.


Si todo eso suena como una situación demasiado idónea, es porque Miguel está compensando algunos de sus errores del pasado. Es a través de una apasionada discusión entre padre e hija que nos enteramos que él estuvo ausente durante una buena parte de la vida de ella, lo cual ha creado mucho resentimiento en nuestra protagonista. Peor aún, Elena tiene tendencias suicidas, no solo por la depresión que ha causado en ella su nueva condición, si no también porque se siente culpable por la muerte de su hermana, Vera (también interpretada por Del Río). Fue un accidente de carro el que dejó a Elena cuadripléjica y el que acabó con la vida de su hermana, y era nuestra protagonista la que se encontraba frente al volante. Por más que Miguel haga todo lo posible por hacerla sentir mejor, Elena no puede evitar pensar que todas sus recientes desgracias son culpa suya.


Fuente: Peru21

De hecho, son estos matices narrativos y de desarrollo de personajes los que terminan por demostrar que Cuerdas intenta ser algo más que un thriller promedio. Aunque hay situaciones que van en contra de las ambiciones dramáticas, como la de Elena siendo asediada por un perro con rabia curiosamente mordido por un murciélago moribundo (recordemos que es una película realizada antes de la pandemia), felizmente no terminan por convertir al filme en una experiencia contradictoria o desigual. De hecho, tanto las interacciones entre padre e hija como las secuencias de suspenso funcionan muy bien, y el que Elena tenga sus propios demonios ayuda a que algunos de los momentos más inverosímiles pasen casi desapercibidos. —¿sabían que un labrador adulto cabe en un conducto de aire acondicionado? ¡yo tampoco! —


Y Elena, de hecho, cuenta con demonios internos tanto figurativa como literalmente. Es a partir del segundo acto que la joven paralítica comienza a alucinar a su hermana fallecida, quien en un inicio no hace más que confirmar la naturaleza —y veracidad— de su culpabilidad, retándola, incluso, a que tenga el valor suficiente como para suicidarse. Estos momentos, más bien, son los que contrastan de manera poco convincente con las escenas de Elena siendo acosada por el perro. Entiendo que Montesinos quería a una protagonista tridimensional, que tenga que superar sus propios conflictos a través de una lucha externa, pero incluir escenas de apariciones que, al menos al inicio, se sienten como extraídas de una historia de fantasmas, es excesivo. Se puede decir, al menos, que dos de los tres elementos narrativos principales funcionan bien; y el tercero, aunque innecesario, al menos cuenta con actuaciones sólidas por parte de Del Río.





En efecto, es Del Río quien tiene que cargar la película sobre sus hombros, Miguel Ángel Jenner protagoniza menos escenas de lo esperado, y un personaje secundario en particular es más una cortina de humo que un ser humano bien desarrollado. Felizmente, la joven actriz está a la altura de la tarea. Es cierto que Elena comienza la historia como una chica algo desesperante, malagradecida y hasta algo agresiva hacia el perro —antes de que fuese mordido por el murciélago, claro está—, pero es ahí donde radica la efectividad de su arco. Elena tiene que cambiar, convertirse en alguien más humilde y segura de sí misma y lo más importante, con ganas de seguir viviendo. Este último aspecto es ilustrado con una escena de narración en voz muy poco sutil —se siente más como una moraleja forzada que como parte orgánica de la narrativa— Entiendo que Montesinos no quería dejar nada al aire, pero un poco más de sutileza —y confianza en sus espectadores— hubiese resultado en un producto más redondo.


Cuerdas es un thriller efectivo de estilo home invasion en donde el invasor es uno solo, y es un perro con rabia en vez de un ladrón o un asesino. Si la película destaca en algo es en la construcción de su personaje principal, una chica cuadripléjica que tiene que encontrar nuevas razones para seguir viviendo. Puede que algunas de sus ambiciones dramáticas choquen con los elementos de género —combinar secuencias de apariciones con las escenas del perro tratando de morder a Elena simplemente no funciona—, pero en general, se trata de un filme bien construido. Fuera de solo intentar asustar al espectador, quiere ponerlo en los zapatos de la protagonista, para que la ayude a superar sus demonios internos. Cuerdas es una eficiente demostración de los considerables talentos de Paula del Río como actriz protagonista, y de José Luis Montesinos como director de largometrajes. Estaré muy atento a sus próximos trabajos.



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