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Noche de Brujas: 10 películas para Halloween

Actualizado: 27 jun 2023

Divertidas, vengativas, maléficas, sensuales, terroríficas. Las brujas han cobrado muchas formas en la historia del cine. Esta breve lista busca hacer un repaso de 10 películas importantes que han tenido a estos personajes como protagonistas.


Redacción ESPECIALES / HALLOWEEN

Halloween Brujas
"Suspiria" (1977)

La séptima víctima (The Seventh Victim, Mark Robson, 1943)

Un grupo de brujos y adoradores del demonio en el Greenwich Village. Eso es lo que descubre la protagonista de esta película, cuyo tono y carácter de ambigüedades sexuales desconcertaron en su momento, pero que hoy es considerada una de las mejores cintas producidas por Val Lewton. Aterradora y desconcertante, estamos ante uno de los grandes clásicos del cine de terror, y que entre otro de sus grandes atributos está la estilizada fotografía de altos contrastes del gran Nicholas Musuraca, quien también hizo el mismo trabajo en otros clásicos de la productora RKO como Cat People (1942) de Jacques Tourneur o La escalera de caracol (The Spiral Staircase, 1946) de Robert Siodmak.


El bebé de Rosemary (Rosemary’s Baby, Roman Polanski, 1968)


¿Qué más se puede decir de esta película de Roman Polanski? Pues que sigue inquietando, con esos vecinos tan (perturbadoramente) amables que rodean al personaje de Mia Farrow. Detrás de estos personajes, se esconde un mundo de brujería y adoración del diablo. La capacidad de la película para enrarecer lo cotidiano y para volver perverso lo amable es única. Encontrarte con tus vecinos en el ascensor después de verla nunca será igual.


Cuando las brujas arden (Witchfinder General, Michael Reeves, 1968)

Vincent Price da una notable actuación en esta película sobre un cazador de brujas que va de pueblo en pueblo torturando y matando personas. La cinta nos muestra personajes perversos, siempre al límite, conduciendo su vida en base a sus pulsiones e instintos. La visceralidad con la que está contada nos hace querer haber visto más de Michael Reeves, su director, quien murió 9 meses después del estreno, a los 25 años.


Suspiria (Dario Argento, 1977)

Una joven llega a un internado de danza que es manejado por una serie de brujas. Esta es la excusa argumental que usa Dario Argento para crear climas basados en colores saturados, música potente y formas de inquietante estilización. Un regocijo para los ojos y los sentidos es lo que ofrece el director italiano en su mejor filme.


Las brujas (The Witches, Nicolas Roeg, 1990)

La adaptación de la novela de Roald Dahl tiene una serie de elementos que la hacen inolvidable: Anjelica Huston en el rol de la bruja más malvada posible, un trabajo de maquillaje extraordinario, el talento de Jim Henson al momento de crear marionetas, un humor inglés siempre presente, y (quizá lo más importante) algunos momentos de singular perversidad, como la historia de la niña embrujada que queda atrapada en un cuadro que ven sus propios padres.


Jóvenes brujas (The Craft, Andrew Fleming, 1996)

Esta película junta el cine de terror con la película de adolescentes, lo que da lugar a un resultado disparejo pero atractivo. Traumas juveniles, amores cruzados y distintas formas de bullying se mezclan con las pociones de amor, embrujos para hacer daño y venganzas sobrenaturales. Tras verla, uno se pregunta por qué Fairuza Balk no tuvo una carrera más importante.


El Proyecto de la bruja de Blair (The Blair Witch Project, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999)

Otro clásico que volvió el found footage un recurso popular dentro del mainstream. Un grupo de jóvenes van a un bosque a buscar a una bruja, solo para ir viviendo una serie de situaciones aterradoras. El desconcierto y el miedo son palpables en esta película que, con recursos muy escasos, y con un inteligente uso del fuera de campo, llega a sacudirnos en medio de sus largas secuencias de aparente registro documental.


Arrástrame al infierno (Drag Me to Hell, Sam Raimi, 2009)

Una joven que no ayuda a una mujer con un problema bancario de pronto es embrujada por esta, y ahí comienzan una serie de encuentros terroríficos, divertidos y exagerados con fuerzas demoniacas, de una forma no tan distante del slapstick gore apreciado en su famosa saga de The Evil Dead. Sam Raimi se desata en esta película, ofreciendo un momento aterrador tras otro con desenfrenada y cómica truculencia.


La bruja (The VVitch: A New England Folktale, Robert Eggers, 2015)

Robert Eggers crea en esta película climas inquietantes basados en el silencio, en la fotografía contrastada (que le debe mucho a la pintura de Rembrandt pero también al cine de Carl T. Dreyer), y en aquello que no se ve y no se dice, pero que se siente. Una familia puritana sobre la que cae una extraña maldición comienza a caer en una trágica espiral conducida por la misteriosa presencia de la cabra llamada Black Phillip. Uno de los clásicos modernos del cine de terror.


La bruja del amor (The Love Witch, Anna Biller, 2016)

Con estilo camp, esta cinta sobre una bruja que hace, a través de distintos artilugios, que los hombres se enamoren de ella, tiene una propuesta sexy que combina la comedia, el terror y un uso fascinantes del tecnicolor. Todo esto le permite a Anna Biller, la directora, dar una mirada inteligente a los roles de género y a las expectativas femeninas.





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