“Bailarina” (2025): luz en las tinieblas
- Gustavo Vegas
- hace 8 minutos
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La nueva película de la saga musicaRodeada de un elenco plagado de estrellas, Ana de Armas protagoniza esta nueva película de la saga “John Wick” sobre una nueva asesina que busca venganza y atar cabos sueltos de su pasado. Advertencia: hay spoilers adelante.
Por Gustavo Vegas Aguinaga CRÍTICA / CARTELERA COMERCIAL

Len Wiseman, cineasta estadounidense, fue el encargado para contar esta historia de acción y venganza que sigue los pasos de Eve Macarro (Ana de Armas) en su camino por saldar cuentas. Al igual que en la primera entrega de John Wick (2014) se nos presenta una escena que justifica la sed vengativa del protagonista, aunque en el caso de Eve se trata más de un trauma de la infancia (una que, básicamente, nunca tuvo) y una vida, quizá dos o más, que le fue arrebatada desde muy pequeña.
Tras el suceso fatídico que marca su vida, Wiseman elabora una serie de secuencias breves donde vemos a Eve fallar en sus intentos por convertirse en una “bailarina” de la familia Ruska Roma, encabezada por la Directora (Anjelica Huston). Luego, nos presenta otro montaje similar al anterior, pero se trata ahora de superación y su rápida transformación hacia una asesina del más alto nivel y peligro. El cambio de Eve está trabajado desde la premura y la necesidad de asentar su figura de heroína y se pierde un poco en ese camino. El John Wick de Keanu Reeves ya existía como un super asesino casi sin explicaciones y ahí residía parte de su encanto.

Es inevitable, por otro lado, comparar la película de Wiseman con las cuatro dirigidas por Chad Stahelski al tratarse de la misma franquicia, aunque queda claro que el director de Bailarina se topó con una valla bastante alta. A partir de las motivaciones de su personaje, plantea también una disyuntiva interesante en la cual ella debe decidir entre llevar a cabo su venganza personal o proteger a los Ruska Roma y su comunidad. Es el factor humano emocional lo que la lleva a resarcir la violencia que le fue impuesta y bajo la cual creció. Solo conoce esas vías y métodos y si bien funciona para hacer progresar la película bajo una acción incesante, no funciona mucho para desarrollar al personaje pues lo vuelve unidimensional.
Fuera de sus rasgos genéricos, Bailarina posee momentos divertidos que, si bien no la acercan a la comedia, funcionan bien a manera de distensión. Vemos a Ana de Armas haciéndose cargo de un grupo de asesinos únicamente con granadas, dándoles muerte de formas que rozan lo bizarro, pero entretienen. Lo mismo sucede cuando más tarde se enfrenta a una mujer y pelean tirándose platos de porcelana en las cabezas. Las grandes habilidades para el combate y las armas que caracterizan a la película (y la saga) se reducen a reventarse un juego de vajilla mutuamente.
Wiseman busca explorar también ese trauma que acecha a Eve, pero se queda bastante corto. Es interesante, eso sí, que pareciera compadecerse de Pine (Norman Reedus) y su hija, pues su situación le recuerda a lo que sufrió y se elabora así un paralelo atractivo en que ella salva a la niña porque no pudieron salvarla a ella. Lamentablemente, este planteamiento dura muy poco y se disuelve entre los golpes, disparos y sangre que la película ofrece. El lado más humano de Eve Macarro se queda oculto, casi sin explorar y únicamente se nos presenta en su faceta de vengadora indestructible. Es cierto que Bailarina no tiene (ni busca) la fuerza de las mejores entregas de John Wick, pero sigue una línea similar y logra un espectáculo de acción e imágenes que destaca junto con la energía de la protagonista.

El Canciller (Gabriel Byrne) peca de ser presentado en un inicio como un villano inclemente y frío que controla a muchos esbirros criminales y capaz de destruir la vida e infancia de una niña. Sin embargo, luego de tantos años y cuando Eve va a buscarlo para cobrar su venganza, vemos un villano endeble, frágil, casi sin personalidad y hasta incluso torpe. No presenta mayor amenaza que el control de ese pueblo repleto de asesinos profesionales, lo que resulta atractivo pues se trata de una propuesta inherente al universo de John Wick. El personaje de Reeves aparece para matar a Eve, pero las conveniencias del guion (ciertamente flojo, por cierto) para ayudarla en momentos clave como una breve luz en medio de esa oscuridad.
Es también este guion el que, sin saber bien hacia dónde ir, le devuelve una hermana perdida a Eve únicamente para que sea asesinada minutos más tarde. Esto es empleado a modo de reencender la llama de su venganza, por si acaso la narrativa entorpecida del relato haya apagado los ánimos o, pero aun, anestesiado un poco el ritmo o la atención de quien ve la película. Tras severos casos de deus ex machina, la película termina de ofrecer secuencias de acción sumamente entretenidas, como una donde, casi salido de Street Fighter, uno de los tipos malos se prende fuego un pie y ataca a Eve con patadas. Bailarina termina con la chance a una continuación, la cual espero se trate de una reivindicación y fortalecimiento de quiebres antes que una prolongación o persistencia de resoluciones simples.