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“American Horror Story: 1984” (2019): la oscuridad recae en todos

Actualizado: 23 jun 2023

La novena temporada de la serie de terror American Horror Story, producida por Ryan Murphy y Brad Falchuk, nos propone una historia sangrienta y llena de violencia, claramente influenciada por el giallo y el slasher.


Por Diego Oblitas Novoa CRÍTICAS / STAR+

“American Horror Story: 1984” (2019). Fuente: Den Of Geek
“American Horror Story: 1984” (2019). Fuente: Den Of Geek

Esta temporada gira en torno al clásico slasher americano. Suele pasar en este subgénero del terror que un grupo de adolescentes se sumerge en una aventura que termina siendo una macabra persecución. Lo particular en 1984, y lo que la hace especial, son sus recursos audiovisuales: los zooms violentos, clásicos de los giallos, los movimientos bruscos de la cámara, y los encuadres cerrados, tan característicos de cintas como La matanza de Texas (The Texas chainsaw massacre, 1974) de Tobe Hooper o Black Christmas (1974) de Bob Clark.


American Horror Story: 1984 (2019) nos hace sentir desde un principio que la oscuridad, el lado malvado de la vida, recae en todos y en cualquier lugar. Nadie se escapa de haber pasado por algún evento terrorífico o cercano a la muerte, sea por la mano de algún asesino o por algún evento desafortunado que haya vivido el personaje en su pasado.


La serie ocurre en las afueras de Los Ángeles en el año 1984. Un grupo de jóvenes deciden ser voluntarios en un campamento de verano. Dicho lugar ha reabierto sus puertas después de haber sido escenario de una masacre hace muchos años, a manos de quien es el principal asesino, “Mr. Jingles” (John Carroll Lynch).

“American Horror Story: 1984” (2019). Fuente: Den Of Geek
“American Horror Story: 1984” (2019). Fuente: Den Of Geek

Como suele pasar en los slashers, aparece un grupo de jóvenes sedientos de sexo y diversión, entre los que se cuentan hombres musculosos y mujeres sexy. Lo singular de American Horror Story: 1984 es que, al igual que en temporadas anteriores, cada capítulo revela algo nuevo de cada personaje. Lo plano se vuelve cada vez más complejo y difícil de creer, a tal punto que la historia se llega a alejar del slasher clásico para acercarse más a lo detectivesco.


Un detalle muy particular de la serie es que se siente cómo, a partir del tratamiento del color y el arte, uno se va sumergiendo en la cultura americana de los años ochenta. Los colores pasteles o chillones de la vestimenta toman protagonismo en esta serie, pero en paralelo nos envuelve con un color amarillento próximo al de la fotografía de La matanza de Texas.


En cuanto a la iluminación, la clave baja le brinda una importante cantidad de sombras a la imagen, lo cual acompaña una dinámica muy parecida a títulos como Halloween (1978) o Black Christmas, con la sensación de observar lo mismo que el asesino a través de encuadres subjetivos (lo que también podemos notar en giallos como Bahía de sangre -Ecologia del delitto, 1971- de Mario Bava). Así, el espectador se sienta cómplice del asesinato, sabiendo algo que aún no saben los demás personajes, quienes morirán en cualquier momento.

“American Horror Story: 1984” (2019). Fuente: The Sun
“American Horror Story: 1984” (2019). Fuente: The Sun

En cuanto a nuestro asesino, Mr. Jingles, es un psicópata con la particularidad de cortarle la oreja a sus víctimas, y guardarlas como trofeo. Dentro del slasher es común evidenciar al asesino de gran estatura, pesado y corpulento, que viste con ropa militar o de bosque, y que tiene entre su elección de armas básicas un cuchillo, una navaja o cualquier otro objeto filudo, con el que pueda despedazar a sus víctimas. Lo interesante es que el asesino trasciende la necesidad natural por matar para cuestionarse e incluso dudar de sus deseos de quitarle la vida a personas.


Asimismo, la influencia de los giallos también está en el grado de violencia explícita que se evidenciaba, por ejemplo, en títulos como Rojo profundo (Profondo rosso, 1975) o Tenebre (1982) de Dario Argento, quien implementaba planos de detalle angustiantes antes de un asesinato, así como movimientos de cámara veloces. Éstos se mimetizan con las agresiones representadas en el campo visual.


Esta temporada es sin lugar a duda una de las mejores de la serie.



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