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“La Decisión de Amelia” (2022): asuntos sobre la muerte y la moral

El director Francisco Lombardi regresa a la cartelera peruana tras varios años de ausencia. Incluso con sus buenas intenciones, sigue estando muy lejos de sus mejores obras.


Por Marcelo Paredes CRÍTICAS / CARTELERA COMERCIAL

La Decisión de Amelia
“La Decisión de Amelia” (2022). Fuente: Festival de Lima

Amelia es una joven auxiliar de enfermería de bajos recursos que, gracias a una amiga, toma el trabajo de cuidar a Víctor, un hombre mayor con mucho dinero y de mal carácter. Será a partir de la llegada de la chica que muchas cosas comenzarán a cambiar para ambos, ya que el amargado y solitario hombre, a través de diferentes conversaciones sobre su forma de ver la vida, comenzará a ver en ella algo que no había visto nunca en nadie.


Si eres peruano y te gusta el cine, es imposible que no sepas quién es Francisco Lombardi. Con una filmografía de más de 15 películas, Lombardi fue, junto a Armando Robles Godoy, uno de los directores que supo poner en más de una ocasión el nombre del Perú en lo alto con sus películas, siendo muchas de ellas clásicos de nuestra cinematografía, como La Ciudad y los Perros, La Boca del Lobo, Bajo la piel, Tinta Roja o Caídos del Cielo, mi favorita personal. Pero, antes de dar mi opinión, creo que es importante saber cuál es la situación del cine de Lombardi en tiempos recientes.


Las películas que mencioné anteriormente tienen ya más de 20 años y si bien durante el siglo XXI ha seguido haciendo cine, sus producciones más recientes no han sido bien recibidas ni por el público ni por la crítica. Es por eso por lo que con el pasar de cada película fue teniendo un notorio bajón de calidad, sumado a que la poca confianza que se le tiene provocó que también no tenga mucho apoyo económico para seguir haciendo el arte que lo hizo el director tan respetado que es.

La Decisión de Amelia
“La Decisión de Amelia” (2022). Fuente: Cinencuentro

Dicho esto, ¿es La Decisión de Amelia una buena película? ¿Francisco Lombardi volvió a su mejor forma? Pues siendo honesto, yo diría que no. De arranque les puedo decir que, si van a ir a verla esperando ver al Lombardi de sus buenas épocas, pues no lo van a encontrar en lo absoluto. Dicho esto, lo que el cineasta presenta es algo que está muy consciente de sus limitaciones, como sus pocas locaciones o corta presencia actoral.


Es así como, con lo mínimo indispensable, el filme se sostiene como puede principalmente gracias al modo en que dirige a sus actores principales. Mayella Lloclla y Gustavo Bueno son, por mucho, lo mejor de la película, especialmente la primera, que siempre está muy bien en donde sale. El viaje de Amelia recuerda mucho al de otros protagonistas del cine de Lombardi. Personas “buenitas” que inician con poca agencia en su propia vida y que las circunstancias la irán curtiendo hasta llevarla a lugares impensables.


Sin embargo, lo repetitiva que se siente o su desenlace nada convincente hacen que no sea una película que uno realmente pueda considerar buena. Las ideas de Lombardi en torno a la muerte y la frágil moral de sus personajes en situaciones tan al límite están y uno las nota. Lamentablemente, son cuestiones que no llegan a ser bien trasladadas del papel a la pantalla. Por esa razón, lo que tenemos en su lugar es una intriga monótona que se va diluyendo junto a los temas sociales que busca expresar, resultando muy poco atrayentes, dado que son expresados desde los lugares más comunes imaginables.

La Decisión de Amelia
“La Decisión de Amelia” (2022). Fuente: Cinencuentro

A eso se le suma lo poco interesante que se ve a nivel fotográfico y de puesta en escena. Sabemos que Lombardi nunca destacó por tener un estilo tan singular, optando más por un registro clásico y discreto. Si bien eso acá no llega a verse tan mal, no deja nada realmente memorable. Esos aspectos, junto al montaje, son solo meramente funcionales y no llegan a comunicar nada particularmente nuevo a lo que ya los personajes expresan a través del diálogo.


Eso es La Decisión de Amelia, una película en la que uno nota que Francisco Lombardi, a pesar de todo, todavía quiere contar historias que pinten de cuerpo entero a nuestra sociedad. No obstante, la carencia de recursos y de una mayor inventiva que doten a su historia con el mismo vigor que tenía en el pasado hacen que, en mi opinión, no dé la talla para el tipo de cineasta que es. Tengo entendido que tiene más proyectos que quiere hacer y ojalá que los pueda hacer, esperando que cuente con un presupuesto a la altura de las circunstancias, obviamente.


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