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“Más allá de los dos minutos infinitos” (2020): juegos del tiempo a bajo precio

Actualizado: 23 jun 2023

Producida en un bajísimo presupuesto y grabada a lo largo de siete noches, la cinta del director primerizo Junta Yamaguchi es una entretenida y peculiar comedia de ciencia ficción sobre viajes en el tiempo.


Por Hitoshi Isa Kohatsu CRÍTICAS / HBO MAX

“Más allá de los dos minutos infinitos” (2020). Fuente: MUBI
“Más allá de los dos minutos infinitos” (2020). Fuente: MUBI

Kato (Kazunari Tosa) es el dueño de una cafetería y un músico aficionado. Vive en un pequeño departamento encima de su negocio y está enamorado de su vecina Megumi (Aki Asakura). Tras cerrar su tienda por el día, sube a su habitación y en su monitor ve una imagen de sí mismo, a dos minutos en el futuro, siendo transmitida a través de la televisión de su restaurante. Lo que empieza como una curiosidad para él y su grupo de amigos pronto empieza a tener consecuencias tanto absurdas como tensas, especialmente cuando se las ingenian para ver más y más adelante en el tiempo.


La mecánica principal de la historia es suficientemente simple: un monitor que ve dos minutos en el futuro. La película explota esta idea lo más que puede en su poca duración (72 minutos). Explora sus ramificaciones hasta el límite, creando una línea de eventos que fluye secuencialmente como dominós. El conocimiento de sucesos futuros afecta el presente y crea las condiciones para que sucedan en primer lugar. Aunque nunca llegan a un nivel que se podría considerar complejo, pues no es un filme que se tome a sí mismo muy en serio, prefiere apoyarse en su absurda premisa para la ejecución de la comedia, la cual realiza con mucho encanto.

“Más allá de los dos minutos infinitos” (2020). Fuente: AMFM Magazine.tv
“Más allá de los dos minutos infinitos” (2020). Fuente: AMFM Magazine.tv

La película es una serie de gags basados en mecánicas temporales. Por ejemplo, se ve a los personajes siendo forzados a actuar de ciertas maneras porque es lo que vieron en el futuro. Los actores tienen la genuina química de un grupo de amigos, lo que se manifiesta en una atmósfera bastante relajada. Ello encanta tanto por las dinámicas entre los personajes como por los experimentos temporales que la narrativa propone.


Un elemento distintivo es que la película está filmada y editada para lograr la ilusión de una sola toma larga, similar a La soga (Rope, 1948) de Alfred Hitchcock y 1917 (2019) de Sam Mendes. También se siente la influencia de otros filmes conocidos por planos secuencia, como la comedia japonesa One Cut of the Dead (Kamera o tomeru na!, 2017) de Shinichiro Ueda, con la que también es afín por el absurdo e irrealidad que emana.

“Más allá de los dos minutos infinitos” (2020). Fuente: Moviehole
“Más allá de los dos minutos infinitos” (2020). Fuente: Moviehole

Grabada por un grupo teatral durante siete días, con una diminuta cámara pegada a un celular, la película es un triunfo de la producción de bajo presupuesto. Se realizó durante las horas en las que el café que sirve de escenario principal estaba cerrado, de 6 de la noche a 6 de la mañana (Balmont, 3 de diciembre de 2021, The Guardian), un horario retador tanto para el equipo de producción como para los actores. De cualquier modo, la calidad del producto final bajo estas circunstancias no se puede negar.


En esencia, Más allá de los dos minutos infinitos termina siendo una placentera experiencia, un relato de ciencia ficción que se disfruta a un ritmo relajado. Esto no significa que sea un producto inocuo. Muestra ocurrencias ingeniosas tanto en los juegos temporales como en los trucos de cámara que emplea bajo tan limitantes condiciones.


Referencias:

Balmont, J. (3 de diciembre de 2021). Screen sensation: the single-shot thriller bringing time-travel into the Zoom era. The Guardian. Recuperado de https://www.theguardian.com/film/2021/dec/03/time-travel-beyond-the-infinite-two-minutes-junta-yamaguchi
















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