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La dupla de documentalistas Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi han estrenado su primera ficción cinematográfica, que retrata la gran hazaña deportiva de Diana Nyad y su nado de Cuba a Florida a la edad de 64 años. Las actrices Annette Benning y Jodie Foster están nominadas al Oscar por sus respectivos papeles.
Por Mariano Viza CRÍTICAS / NETFLIX
Nyad (2023) nos cuenta este viaje a través de los años por lograr lo imposible: nadar de Cuba a Florida a través del Estrecho de Florida. La cinta se basa en los hechos reales que la misma Nyad vivió hasta el 2013, año en el que logró dicha hazaña. En la cinta, vemos todos los obstáculos que la nadadora tuvo que atravesar, desde su intento fallido a los 28 años hasta que retoma el sueño a la edad de 61 y logra cumplirlo 3 años después.
Esta película está dirigida por la dupla de documentalistas Jimmy Chin y Elizabeth Cahi Vasarhelvi, conocidos por documentales deportivos y de supervivencia como Meru (2017), Free Solo (2018) o Rescate en las profundidades (2021), por mencionar algunos. Todos comparten la característica deportiva y la gran labor humana que conlleva realizar los actos vistos en sus cintas. Por ejemplo, en Free Solo vemos como Alex Honnold logra escalar el monolito El Capitán sin cuerdas ni equipo de seguridad. El cine de estos realizadores es enfocarse en la grandilocuencia de las hazañas humanas en las que la vida corre gran peligro con tal de que los involucrados escriban sus nombres en los libros de historia. Mencionado esto, no dudo que, si lo hecho por Diana Nyad hubiese sucedido en los últimos 5 años, estos cineastas lo habrían documentado.
Respecto al filme en cuestión, está protagonizado por Annette Benning como Diana Nyad, Jodie Foster como Bonnie Stoll, amiga íntima y entrenadora de Diana, y Rhys Ifans como John Barlett, navegador de la embarcación. Debo empezar mencionando que la interpretación de estos 3 actores no destaca por qué tan metódicos pudieron ser, si aprendieron a nadar o a navegar por 6 meses antes de empezar a grabar, o demás locuras que hacen los artistas con tal de llegar a un realismo excesivo. Lo que destaco de sus performances es lo real que puede sentirse la conexión que tienen durante todo el filme, especialmente la de las dos mujeres en cuestión. El recorrido de años de aventuras y experiencias se siente palpable con todas las escenas que comparten y más que hablar e intercambiar diálogos, se siente como una danza en la que, sin haber ensayado, saben dónde dar el paso correcto. Curiosamente, ambas protagonistas han sido nominadas a los premios Oscar, siendo Benning nominada a Mejor Actriz y Foster a Mejor Actriz de Reparto. Es en la actuación donde se encuentra la mayor virtud de esta cinta.
Sobre lo que vemos en la película, pues es lo que esperaríamos de este género. La dupla de realizadores nos cuenta los diversos intentos de Nyad para cruzar de Cuba a Florida. Es acá donde nuestra protagonista se enfrenta a diversas adversidades como las criaturas marinas, el clima, y, sobre todo, el tiempo. Podría resumirse la película en capítulos donde la nadadora va fallando, pero a su vez, consiguiendo experiencia y conocimientos sobre cómo enfrentar ese desafío. Es casi una película de fórmula, pero que funciona a la perfección. No da nunca un paso en falso ni arriesga. Tiene todos los elementos a su disposición: un hito histórico, una deportista empedernida y adversidades que se encuentran en el camino. Fallar es casi imposible.
En su tratamiento visual destaco diversos recursos utilizados. Vale aclarar que no es una película que brille por sus dotes visuales salvo ciertos momentos contando los dedos de la mano. No está inundada de planos memorables, pero con los artilugios que utiliza es más que suficiente. Especialmente en las secuencias donde Nyad es víctima de las adversidades, la cámara empieza a moverse, como si estuviese “chapoteando” como lo hace la misma nadadora. Es una imagen sucia que plasma perfectamente esta desesperación que se vive en el agua. También el hecho de utilizar material de archivo y no recrearlo le da mucha fuerza y realismo. No vemos a una Annette Benning rejuvenecida con CGI, sino que es la misma Diana Nyad que aparece en pantalla. El uso de las multicámaras en las secuencias de nado también es efectivo, aunque no se les da el uso adecuado. Simplemente aparecen de cuando en cuando dando la sensación de que, allá en tierra, nadie observaba o seguía esta hazaña deportiva, o si fue documentada desde altamar.
Nyad (2023) es una película que probablemente se pierda con los años a diferencia de los anteriores documentales que realizaron los cineastas. No marca un antes y un después en el cine deportivo, pero tampoco siento que debería hacerlo. Más bien, creo que su propósito es el de hacer notar la fuerza humana ante los obstáculos, como lo es el tiempo. Es ahí donde radica la fuerza de este filme.
La natación es uno de los deportes más cinematográficos que pueden existir, en mi opinión. Aquí una recomendación de cintas deportivas (o mis favoritas):
El 5 de Talleres (Adrián Biniez, 2015)
Cars 3 (Brian Fee, 2017)
Nadia Mariposa (Pascal Plante, 2020)