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Con el Festival de Cine Al Este finalizado, al menos en su forma presencial, procedemos a hacer un (breve) recuento de algunas de las películas que se pudieron ver, con un top 5 de va de la peor a la mejor.
Por Marcelo Paredes FESTIVALES / FESTIVAL AL ESTE
Viendo lo que un festival como Al Este tiene para ofrecer, al menos para mí, demuestra la gran cantidad de cine que hay para conocer. Entre sus diversas secciones y nacionalidades a la que pertenecen sus películas, me queda claro que si este tipo de eventos existen es para que quienes gustamos del séptimo arte podamos seguir expandiendo nuestros horizontes. Del cine europeo en particular, porque no es lo único que ofrece el festival y con lo visto en esta edición número XIV da como para hacer un top 5 que presentaré a continuación.
Pero antes, quisiera expresar mi pesar por títulos que no pude ver, que son dos en particular. Me refiero a la brasilera Tinnitus y Rimini de Ulrich Seidl, director invitado en esta edición. De igual modo, en una mención poco honrosa, diré cuáles son las dos películas que no llegaron a ser parte de este ranking personal.
La primera es la polaca EO, de Jerzy Skolimowski, cuyas pretensiones en torno a la alienación y la conexión entre la naturaleza y la sociedad fue más un tedio experimental que una real reflexión sobre la condición humana. Simplemente, no es un tipo de cine que me guste. La segunda es Sirena Nocturna, de Tereza Nvotová, un relato de folk horror poco efectivo, lleno de decisiones arbitrarias que solo hace todo más confuso. Mucho potencial desperdiciado.
Ya sin más, vamos al top 5:
5 - Last Film Show (Pam Nalin, 2021)
Esta fue la película que la India mandó en lugar de la genial RRR, y aunque es una decisión que entiendo, no es una que comparto. Este drama con tintes autobiográficos, que en gran parte recuerda a la peruana Willaq Pirqa, celebra el poder del cine como fuerza que rompe cualquier barrera cultural, mostrando lo duro que es crecer en un ambiente adverso con potentes visuales y constantes homenajes a distintos maestros del séptimo arte. Sin embargo, al estar mucho más cercana a su gran referente (Cinema Paradiso), se hace más predecible, con un ritmo más aletargado. No es un filme que me haya terminado de gustar.
4 - Saint Omer (Alice Diop, 2022)
Esta es una película particularmente dura, porque sin ser gráfica o tan explícita en sus descripciones (casi todo transcurre en el juicio), abruma por lo difícil que es entrar en su exploración moral. Es el choque cultural y generacional en lo que a la maternidad se refiere, lo que te pone sobre la mesa muchas preguntas, cuyas respuestas serán encontradas recién luego del visionado. Puedes leer la entrevista que se le hizo a la actriz Guslagie Malanda, quien está formidable como la acusada Laurence Coly, aquí.
3 - R.M.N. (Cristian Mungiu, 2022)
La disfruté más de lo pensado. La cuestión de la intolerancia hacia el otro es un sentimiento que se percibe a todo momento, y el manejo de puesta en escena del director dando todo el peso a esa masa de gente con ideas inconexas interesa mucho. Todo el tema sentimental del protagonista y su triángulo amoroso es lo menos interesante y sí hace que no termine de encantar tanto, pero ese plano fijo de la asamblea que termina de dejar en claro lo que quiere contar hace que uno se termine de dar cuenta de lo buena que es. Un gran descubrimiento este cineasta rumano, recordándome que aún debo ver 4 meses, 3 semanas, 2 días, la que es considerada su obra maestra.
2 - The Quiet Girl (An Cailín Ciúin, Colm Bairéad, 2022)
Los espacios, las palabras y hasta las acciones más pequeñas pueden cambiarlo todo. Realmente me gustó cómo es el viaje de Cáit en la cinta, mayormente ajena a los espacios en que está y poco a poco consiguiendo esa atesorada sintonía. En general es un drama que, aunque simple, intenta sacarle la vuelta a los lugares comunes, acertando la mayoría de veces. Quizá en su cierre sus ganas de "hacerte llorar" sean muy obvias, pero todo lo ofrecido en escenas previas es de un alto nivel.
1 - Compartimiento N°6 (Hytti nro 6, Juho Kuosmanen, 2021)
Uno se queda corto con todo el cúmulo de emociones que pude sentir durante el visionado de esta película. Más que encontrar amor, el viaje de esta cinta radica en encontrar lo especial que hay en los vínculos. La relación construida entre sus dos protagonistas, una académica y un obrero, resulta fascinante, y a medida que todo avanza y los sentimientos van descubriéndose en medio de tan gélido clima, lo extraño al final se vuelve entrañable. Todo a punta de interacciones simples y genuinas, con una cámara que en su seguimiento constante busca dejar grabado lo realmente importante que la vida puede ofrecer cuando decides tener más apertura a nuevos espacios. Una maravilla para ver más de una vez.