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“La Cabaña Siniestra” (2019): entre la ansiedad y la pesadilla

Actualizado: 11 nov 2022

Una aproximación al debut en el cine estadounidense de los directores de Buenas noches, mamá. La película está disponible en apps como iTunes o Google Play.


Por Rodrigo Bedoya Forno CRÍTICAS / VIDEO ON DEMAND

Fuente: FrikiPunch


La Cabaña Siniestra (The Lodge) es el debut en el cine estadounidense de Veronika Franz y Severin Fiala, cineastas austriacos quienes tuvieron un exitoso debut con Buenas noches, mamá (2014). Muy en tono con su filme anterior, ahora la dupla cuenta la historia de Grace (Riley Keough), única sobreviviente de una secta dirigida por su padre que cometió suicidio colectivo. La mujer está rehaciendo su vida con Richard (Richard Armitage), un hombre con un hijo y una hija, cuya madre se suicida al enterarse de que Richard y Grace se van a casar. Para curar las heridas, el hombre decide pasar los últimos días del año en una cabaña, dejando a Grace con sus hijos solos. De pronto, la cabaña comienza a volver en el epicentro de una serie de extraños sucesos.

Los primeros minutos de la película son auspiciosos: Franz y Fiala son cineastas que saben generar ambientes tétricos y meternos en un clima pesado, inquietante, en el cual sentimos que algo siniestro va a ocurrir en cualquier momento. La cabaña, con sus pasadizos, cuartos austeros y clima frío, se va convirtiendo en un espacio de incomodidad, de tensión constante, aumentada por la frialdad de trato entre Grace y los hijos de Richard.

Fuente: SensaCine.com


Sin embargo, poco a poco, ciertas pesadillas recurrentes comienzan a atormentar a Grace: el recuerdo de su padre y de los que pasó en la secta se van convirtiendo en una suerte de ansiedad constante para la protagonista. La reiteración de esos sueños comienzan a tornar la situación un poco obvia, como si el clima que la película había conseguido no fuera suficiente, y hubiera que enfatizar los motivos de los miedos de Grace.

A eso se suma que, de pronto, la cinta comienza a explicar las motivaciones de sus personajes, dejando de lado cualquier atisbo de ambigüedad que se había creado y, más bien, convirtiendo a la propuesta en un juego de venganza más truculento y sorpresivo que verdaderamente consistente. A los directores pareciera interesarles más que tan crueles, dementes y extremos pueden llegar a ser su personajes, lo cual hace que la historia se estire hasta extremos inverosímiles: todo se va convirtiendo en un festival de la crueldad, donde ya no importa generar climas tétricos sino, más bien, reacciones tremebundas.

Una pena que La Cabaña Siniestra se desbarranque de una manera tan obvia: lo que parecía ser una cinta que construía climas inquietantes se deja ganar por las ganas del impacto a cualquier precio.


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