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“Pienso en el final” (2020): Kaufman bajo la influencia

Actualizado: 9 nov 2022

El guionista de cintas como ¿Quieres ser John Malkovich? (1999)y Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004) regresa a la dirección, cinco años después de Anomalisa (2015). Esta vez explora el sentir humano en diversas capas.


Por Marcelo Paredes CRÍTICAS / NETFLIX

Fuente: Film


Pienso en el final (I’m thinking of ending things) nos presenta a Lucy y Jake, una pareja de novios que emprenden un viaje hacia el campo, en medio de un fuerte invierno, para ir a conocer a los padres de él. Desde antes de emprender dicho viaje, Lucy se encuentra conflictuada, ya que piensa en el carácter finito de todo.

Partiendo de una premisa aparentemente sencilla y hasta cliché, Kaufman, como no es sorpresa en su cine, nos llevará por los lugares menos predecibles. Siendo este caso en especial un viaje introspectivo sumamente abrumador, que será como un golpe a nivel personal.

Al igual que sus filmes pasados, estamos frente a algo que va más allá de una estructura tradicional. Como si se tratara de una masa que el cineasta moldea de forma propia y que, a su vez, nosotros como espectadores podemos interpretar de varias maneras. Escuchamos constantemente los pensamientos internos de Lucy, dudas que uno, consciente o inconscientemente, piensa cuando está en una relación.

Las largas conversaciones que la pareja tiene en esta, aparentemente, interminable carretera, van de lo mundano a lo profundo. Pasan por momentos de pequeños tintes surreales y con un ritmo lento, lo que hace que se forme una extraña tensión en el relato.


Fuente: Vanity Fair


Así, los conflictos internos, presentados al inicio, van logrando un nivel de abstracción mayor. Una vez que se comienza a jugar con distintos niveles de realidad e incluso de temporalidad, estos se vuelven difusos. La casa en que viven los padres de Jake representa un gran punto de convergencia, donde los recuerdos, las aspiraciones y percepciones se hacen un solo ser, deshaciendo toda expectativa que se tenía inicialmente de los personajes presentados.

Por eso, nos encontramos con un guion que cava a un nivel tan íntimo que es capaz, incluso, de aterrarnos. Sin recurrir de forma explícita a ningún elemento de horror, Pienso en el final nos sumerge en su trama sin escapatoria. La puesta en escena, incluso para sus momentos más extravagantes, mantiene una serenidad única, la cual hipnotiza por su gran variedad de detalles y simbolismos, que recuerda a ese cine de la memoria y la ensoñación de Alain Resnais.

En el campo actoral destaca la presencia de una siempre brillante Toni Collette, quien demuestra un amplio rango actoral, al cambiar sutilmente de una emoción a otra. Jesse Buckley resulta una gran sorpresa, dado que lleva toda la carga sentimental de la cinta. Mucho ojo a lo que esta actriz haga en el futuro.

Pienso en el final es una película exigente y compleja. Es visualmente agobiante en su reflexión sobre la propia existencia y la fragilidad de la esperanza.



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