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Semana del Cine 2023: del invierno de “Pamfir” (2022) al verano de “Cielo rojo” (2023)

En la novena Semana del Cine se vieron dos cintas europeas con protagonistas masculinos que van a un pueblo para trabajar tranquilamente, pero pronto se darán cuenta que esto es imposible. Mientras una aborda la fría relación de un padre con su hijo, su esposa y su entorno, la otra explora el fuego de la creación literaria, la amistad y el amor.


Por Gustavo Vegas Aguinaga FESTIVALES / SEMANA DEL CINE

los asesinos de la luna
Semana del Cine 2023: "Pamfir" y "Cielo Rojo"

El regreso a casa de Leonid -alias Pamfir- a casa tras varios años en el extranjero no será para nada lo esperado. Sus ansias de un trabajo honesto se verán prontamente anuladas por la travesura de su hijo Aznar, que desencadenará una serie de hechos trágicos. En esta película del 2022, el ucraniano Dmytro Sukholytkyy-Sobchuk despliega una crítica social entremezclada con el retrato honesto de un hombre que intenta ser bueno. Pamfir vuelve a casa a ser honrado, a criar y proveer, pero esa casa ya no existe. Por un lado, los militares que disparan sin preguntar y por el otro, un pérfido personaje político que controla a la policía y a los criminales.


El frío ucraniano se ve brevemente interrumpido por el fuego de la iglesia que ocasiona Aznar. Esta imagen, que funciona como crítica explícita a la religión, es la que anuncia el destino de Leonid/Pamfir: todo se quemará y quedará reducido a escombros. Su aparición en el pueblo consta simplemente de adherirse a esa maquinaria malvada que ya funcionaba bien sin él. Contrabandistas, jóvenes sin futuro, criminales, traficantes, mafiosos, corruptos, y más. La intención de redención de Pamfir, ese secreto a oscuras en un plano incómodamente íntimo, que casi ni debimos ver, es revelada mientras todo empieza a consumirse simbólicamente.


El director plantea incluso cuestiones filosóficas a medida que el buen Pamfir es corrompido por los demás lobos de la nieve que lo llevan a regresar al contrabando y así descuida a su esposa e hijo. Hay un mal latente que se esconde entre los árboles y el lodo. El protagonista es tanto hombre como bestia (lo demuestran sus gruñidos durante el sexo y su fuerza bruta) que busca lo mejor para su hijo, que no sea como él, y muere leyenda. No puede hacer frente al mal enquistado en ese pueblo, uno que controla todo y está presente en todos lados, hasta en los más pequeños. De este modo, deja a una esposa con la religión como único alivio y a un hijo que no muere leyenda, pero que vive para convertirse en hombre, al otro lado de un túnel cuya luz no es la esperada.

Pamfir
"Pamfir" (2022). Fuente: Kyiv Post

Entre cosas que arden y luces inesperadas, Christian Petzold dibuja un Cielo rojo (2023) en una villa alemana entre el bosque y el mar. Leon, el protagonista rubio, viaja con su amigo Félix a descansar y trabajar a este lugar que, ante la inesperada presencia de Nadja, cambiará todos los planes que tenían. La esencia veraniega de la película, con guiños románticos, diálogos profundos y cierta represión sexual resuena con la obra de Éric Rohmer y con mayor precisión con Pauline en la playa (1983) y otro corto suyo, Nadja en París (1964). Esta vez, sin embargo, Nadja se halla entre la playa y los árboles, y se manifiesta como una presencia de fuego: inicia con una aparición caliente que advertimos pero no vemos y luego sí, por fin, con un vestido rojo y con un cabello rubio que iluminan los ojos de Leon.


Es ella quien enciende el fuego en él mientras allá al fondo, en el bosque, los árboles se incendian, los animales mueren, el cielo se hace ceniza roja. Pero Leon es un ególatra torpe que camufla su inseguridad en desinterés y esnobismo: nunca nada en el mar ni busca divertirse como los demás, solo los ve de lejos; dice siempre tener trabajo y minimiza al resto: a Nadja como heladera y a Félix como fotógrafo. No presta atención a nada más que a Nadja y a su literatura, la cual no es buena. Su relación con ambos asuntos no es la mejor y él lo sabe, pero no quiere aceptarlo. E insiste mientras todo se quema.

Cielo Rojo
"Cielo Rojo" (2023). Fuente: Janus Films

Eso que se consume afuera también se incendia adentro de Leon. Hay algo que lentamente se prende. Es el amor que siente por Nadja aquello que quizá lo salve de esa destrucción. Está dispuesto a que el fuego de ese afecto lo abrase y lo abrace. Sin embargo, cuando Nadja lee su novela, sabe que todo está consumado. Fue un acto de desnudez tremenda, una intimidad fuerte lejos de lo corpóreo pero cerca de lo sexual. Y salió mal. Un tiro en falso. Entonces Leon sabe que no funcionará y sigue escribiendo. Después de no encontrar ese calor en nadie, intenta redimirse en soledad: va a la playa (y sin querer forma uno de los retratos de Félix), llora, piensa en ella… y luego, al reencontrarse, la cinta acaba. Se termina de quemar, pero sabemos que quedan cenizas. Todo, personalmente, me recuerda al poema de Andrés Hare, Algo arde:


algo arde más allá de la playa desde siempre echará humo arderá hasta que me vaya de aquí.



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