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“Deserto Particular” (2021): deseo, masculinidad y tradición

Actualizado: 20 jun 2023

Esta cinta del Aly Muritiba fue la propuesta oficial de Brasil como su candidata a los Premios Oscar de este año. Narra la historia de un hombre que viaja por el país en busca de alguien que conoció en la Internet.


Por Sebastián Zavala Kahn CRÍTICAS / SCREENER

“Deserto Particular” (2021)
“Deserto Particular” (2021)

Deserto Particular es un drama que busca deconstruir la idea tradicional de la masculinidad que está tan presente en buena parte de la sociedad brasileña contemporánea. El filme tiene como protagonista a Daniel (Antonio Saboia), un oficial de la policía que no la está pasando nada bien. Tiene que cuidar a su avejentado padre, y no tiene trabajo, por un incidente violento con uno de sus compañeros. De hecho, puede que lo llamen a un juicio en cualquier momento. Solo encuentra consuelo en su constante mensajeo con la misteriosa Sara, quien dice vivir al otro lado del país. Cuando la chica deja de contestarle —dejándolo “en visto” luego de mandarle varios mensajes y hasta un nude—, Daniel decide dejarlo todo a un costado y viajar al noroeste del país en busca de su potencial pareja.


El mundo en el que vive Daniel está expertamente delineado durante los primeros cuarenta minutos de metraje. Él es un oficial de policía hipermasculino, que viene de una familia compuesta casi enteramente por militares u oficiales de todo tipo. En efecto, el incidente que lo tiene en aprietos podría considerarse como una manifestación de su masculinidad tóxica y violenta, la cual también se pone en evidencia cuando no reacciona de manera muy positiva a la noticia de que su hermana, Debora (Cynthia Senek), está enamorada de una mujer. Su viaje en busca de su verdadero amor, sin embargo, termina por alterar todo esto.


La película de pronto se concentra en Robson (Pedro Fasanaro), quien nos muestra un mundo distinto, en el que un hombre queer es considerado como alguien que debe ser “curado”, y sin embargo tiene la relativa libertad de experimentar, de deshacerse de las etiquetas y de caminar por la calle e ir a discotecas usando un vestido y una peluca. Es un magnífico contraste con la vida de Daniel, por más de que las escenas en una iglesia resulten tortuosas, con cierto cura que trata de convencerlo de que debe cambiar, y de que “la salvación no tiene nada que ver con la felicidad”. Es una muestra más de lo dañino que puede ser el fanatismo religioso, especialmente para la gente que no es comprendida por su comunidad.

“Deserto Particular” (2021)
“Deserto Particular” (2021)

Es con Robson, además, que la película adquiere un tono más gentil, emotivo, con una culminación inesperadamente erótica, que destruye algunas concepciones tradicionales de la masculinidad. Las actuaciones ciertamente ayudan. Saboia interpreta a Daniel como alguien cuya percepción del mundo está cambiando, un hombre que “aparenta”ser fuerte y rudo, pero que por dentro quiere algo más. Y Fasanaro le otorga mucha vulnerabilidad y honestidad a Robson, convirtiéndolo en alguien que “sabe” que es diferente y a quien le encantaría tener una vida idílica, pero que también está consciente de que algo así no sería posible en la sociedad en que vive.


Deserto Particular está elegantemente dirigida. La cámara siempre sigue a Daniel o a Robson, aprovechando al máximo las locaciones reales para retratar diferentes lugares de Brasil, que presentan concepciones similares en lo que respecta a la sexualidad y la masculinidad. Hay cierta libertad en los lugares que Robson frecuenta, sin embargo, contrastan con los problemas y la rigidez del mundo de Daniel. Las escenas que ambos comparten, además, se ven beneficiadas por un buen trabajo de cámara, fluido y (temporalmente) libre como los personajes. Además, la banda sonora complementa perfectamente lo que se ve en pantalla. Hace tiempo que no veía un uso tan bueno de la canción Total Eclipse of the Heart de Bonnie Tyler.


Es verdad que Deserto Particular se demora un poco en arrancar, enfocándose demasiado en el viaje que Daniel tiene que tomar desde el sur de Brasil hasta el noroeste. Y es cierto que el desenlace se extiende un poco, quizás contando con más finales de lo necesario. Pero, el balance de esta película —que fue la propuesta oficial de Brasil como su candidata a los Premios Oscar del 2022— es, en general, positivo. Se trata, pues, de un drama inesperadamente emotivo, que cuenta con dos excelentes actuaciones centrales, y que mucho tiene que decir sobre la rigidez de los roles de género y la masculinidad en la sociedad brasileña contemporánea. El que pueda manifestar dichos mensajes de manera delicada y hasta por momentos bella, es lo que hace que valga la pena recomendarla.





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